YO CREO MI JUEGO


Los seres humanos somos tan grandes, que para poder autoconocernos jugamos a no saber lo que somos. Y a veces jugamos a sentirnos solos, otras a sentirnos no queridos, otras a pelearnos, etc... Nos inventamos juegos y luego nos olvidamos que estamos jugando, hasta tal punto que lo pasamos mal.
Ya no queda tanto para descubrir que para jugar, es requisito necesario pasarlo bien y en caso contrario inventar o cambiar de juego.
A ese hilo, habrá que cambiar de juego. El juego de virus y la mascarilla ya cansa y de divertido no tiene nada. De echo muchísimas personas lo están pasando mal. Los diseñadores e inventores del juego, pronto tendrán que dedicarse a otra cosa, y mejor que dejen de crear juegos así.
Nosotros también podemos tomar la decisión de dejar de jugar. Es fácil, solo hay que cambiar de juego. Esta vez, en lugar de que nos propongan un juego, cada uno podría proponerse uno para si mismo y para otros si lo considera. Y que sea divertido. Pues se trata de eso, de divertirse.
Aprovechando que cambiamos de año y de era, según los astrólogos a una nueva era llamada Acuario. El ser humano podría ponerse a jugar al juego de la igualdad, o al de la solidaridad, o al de las emociones, o también al juego de la empatía, o al juego de que nadie pase hambre.
Que fácil puede ser la vida si dejásemos los egoísmos morir. El egoísmo del ser humano nos ha llevado a jugar al juego actual y a otros que ya nos separaron y nos hicieron sufrir. 
Es momento de dejar de jugar a este juego que produce dolor. Es momento de tomar consciencia de que si algún ser humano sufre, sufrimos todos. Pues existen lazos invisibles que nos conectan. 
También es momento de darse cuenta que experimentar la vida sin miedo es mucho más placentero e ilusionante que con él. Que ya no necesitamos el miedo para vivir. Que la vida es eterna y que la muerte del cuerpo físico, es simplemente un cambio.
Si la herramienta del miedo se llama muerte y eso lo transcendemos, igual los creadores del juego actual se quedan sin juagadores. 
Yo he decidido dejar de jugar ya, los juegos que van en contra de la empatía, la solidaridad, el autoconocimiento, las emociones no van conmigo. Y en ese sentido, creo mis propios juegos, que van acorde con mi sentir y mi esencia.
Felices juegos y experiencias de la vida. 

EL SER HUMANO


El ser humano es algo más que un cuerpo físico.

Alma, mente y cuerpo han de ir en equilibrio para experimentar la vida en la tierra. Esta trinidad del ser, vividas en partes iguales proporcionan identidad espiritual, propósito de vida, relación con Dios y con uno mismo. Además de, crecimiento espiritual, crecimiento personal, y el sentimiento de formar parte del todo.

El ser humano centrado solamente en su cuerpo físico, puede experimentar los asuntos del cuerpo: dinero, sexo, poder, posesiones, estímulos, satisfacciones físicas y fama. Y al mismo tiempo sentir un vacio interior. 

Ulitizar solamente el cuerpo físico para experimentar la vida, nos puede proporcionar una visión limitada de lo que es realmente un ser humano.

El ser racional experimenta la vida sin sentirse creador de la misma, sin escuchar su interior y sin sentirse parte del universo.  

Para conectar con lo que uno es, conviene estar atento al alma, la cual concibe, atento a la mente la cual crea y atento al cuerpo el cual experimenta lo que concibe el alma y crea la mente.

Desde esta visión, somos creadores constantes de nuestras propias experiencias, las cuales, las siente o experimenta nuesrtro cuerpo físico. Y por lo tanto, tenemos mucha responsabilidad para con nosotros mismos en la creación y en la experimentación.

En conclusión, lo que piensas, dices y haces es un reflejo de lo que decidistes acerca de tí mismo.


EQUILIBRIO ENTRE SER Y HACER




Para activar el propósito personal, que podría ser simplemente AUTOCONOCERSE, considero enfocar nuestro sentir hacia una búsqueda de equilibrio entre el SER y el HACER. Y considero:

  • Esencial, SER, lo demanda el alma y para esto, no se necesita hacer nada. Simplemtente SER.
  • Importante, HACER, lo demanda la mente y requiere de acción.


Para SER, no es necesario hacer nada, pues ya lo somos, y lo que podemos es, investigar más acerca de quiénes somos en esencia.

Para HACER, si es necesario hacer algo, pues lo demandan nuestras actividades laborales, nuestros estudios, y sobre todo, lo demanda la mente.

Encontrar el equilibrio entre SER y HACER puede dar como resultado una satisfacción personal. Me animo y os animo a buscar el equilibrio. 

CONCEBIR, CREAR Y EXPERIMENTAR


Concebir, crear y experimentar. O pensamiento, palabra y acción.

Para ser creadores de nuestra propia realidad, hay que estar atentos al instinto personal. Es a través del mismo por donde nos habla el alma. Consiguientemente, a través de la palabra creamos la realidad que a continuación nuestro cuerpo físico experimenta.

Dicho esto, primero hay que escucharse, escuchar lo primero que viene o el primer pensamiento, pues procede del alma. A continuación, transformar ese primer pensamiento en palabras y frases. Y dejarse experimentar por lo creado a través de las palabras.

Si somos conscientes que nosotros creamos nuestra propia realidad, valdría la pena estar atentos a nuestros pensamientos y lo que sale por nuestra boca. Ya que nuestro cuerpo experimentará aquello que verbalicemos.

Esto nos hace conscientes de que tenemos el poder de generar nuestra vida, tenemos el poder de sanar y enfermar, tenemos el poder amar u odiar.

Si nuestra vida la llenamos de miedo, temor, angustia y encima de nuestra boca salen palabras como: tengo miedo, estoy angustiado, no puedo con la situación. Nuestra realidad a experimentar será de miedo, de angustia y de no poder.

Si nuestra vida la llenamos de optimismo, amor, alegría, poder. Y de nuestra boca salen palabras como: yo puedo hacerlo, yo amo a las personas y a la vida, yo estoy feliz. Nuestra realizad será de amor, de alegría, de optimismo y poder.

Yo me voy a quedar con la segunda opción. ¿Y tú?

Deja que tu alma se exprese, que tu boca cree y que tu cuerpo experimente.

EL AMOR ES TAMBIÉN SOLTAR




 

VIVIR CONSCIENTE ES APROVECHAR LA VIDA


Siendo que el tiempo de vida en la tierra es limitado, lo podemos utilizar a voluntad y con consciencia para desarrollar aquello que nos apetece realizar o vivir. 

Vivir implica experimentar lo que apetece y lo que no. Empoderar el vivir implica tomar consciencia de lo que apetece y volcar el sentir en eso. Al experimentar la vida, podemos fluir como pez en el mar o luchar. El pez encuentra la mar en calma y otras veces no. La lucha del pez contra la mar brava es estéril, y el pez lo sabe. Él ante la mar brava se deja llevar hasta que pase y vuelva la calma. Aplica la sabiduría de conocer su entorno. 

Vivir es experimentar para recordar quienes somos. Y la experiencia, sea la que sea, nos invita siempre a conectar con uno mismo. La aceptación de nuestra experiencia de vida nos guía hacia nuestro propio conocimiento personal y nos da la oportunidad de caminar hacia allí. 

Utilizar nuestro tiempo de vida para recordar quienes somos y qué pide nuestra esencia, es, en definitiva, quizá el mayor regalo que podemos hacernos y hacer a la humanidad.

Vivir merece un elogio personal, pues cada ser humano experimenta la vida de una manera distinta. Pero, en definitiva, todos deseamos experimentar aquello que somos. Somos AMOR. Pues el Amor está en nuestra esencia primera. Otras experimentamos odio, rabia, rechazo, todas estas y muchas las necesitamos para conocer lo que realmente somos en esencia. Aceptemos que para conocernos a través de la experiencia todo es necesario.

Vivir consciente es aprovechar la vida.




 

REFLEXIONES ALREDEDOR DE LA PELÍCULA "CONVERSACIONES CON DIOS"


Cuando proyectamos en Dios el rol de padre educador, obtenemos un Dios que juzga, recompensa, o castiga. Cuando consideramos a Dios como un Ser amoroso e igual a nosotros, conectamos con nuestra propia divinidad. TODOS SOMOS UNO.

Cuando proyectamos en una persona el rol de padre educador, obtenemos un padre que juzga, recompensa, o castiga.

Cuando nos vemos por debajo de otro ser, cedemos toda divinidad y poder.

Por otro lado, si creamos una realidad basada en el miedo, la misma domina cualquier experiencia de vida. Y si creamos una realidad basada en el amor, creamos una realidad y una experiencia impregnada de amor.

Y surge una pregunta:

¿Es el miedo lo que necesito en mi vida? 

¿Es el miedo lo que necesito para ser, hacer o tener aquello que considero correcto?

Yo no necesito miedo para ser, hacer o tener (El miedo es frio y rígido). Yo necesito amor, (el amor es cálido y elástico) y se encarga de alimentar mi esencia y me hace la vida más ingrávida y feliz.

Ante los retos que la vida nos trae, tendremos que preguntarnos; ¿Qué haría el amor ahora?

Para vivir en paz, hay que aprender a vivir la vida sin expectativas, sin la necesidad de unos resultados específicos. Y eso es LIBERTAD.

La preocupación es la actividad de una mente que no entiende la conexión con Dios, un Dios que está dentro de uno mismo. De una mente en Paz, fluyen grandes ideas. Ideas que podrían ser soluciones para los mayores problemas que podamos llegar a tener.

Los verdaderos maestros son aquellos que han elegido "una vida" antes que una existencia.

Este texto está sacado en buena parte de la película CONVERSACIONES CON DIOSbasada en los libros de Neale Donald Walsh.



LA BELLEZA QUE NOS RODEA


La belleza nos rodea, somos pensadores y creadores de realidad. Ejerciendo nuestro poder a través de nuestro pensar y nuestras acciones damos vida a nuestra realidad. Nuestra realidad siempre estará impregnada por la realidad de aquellos que tenemos a nuestro alrededor. De esta forma, si a nuestro alrededor existe una realidad de pobreza posiblemente la sintamos, la veamos o la padezcamos, al igual, que si existe una realidad de amor. 

Al tener este poder creador de realidad, hemos de ejercerla conscientemente. Y hacernos la siguiente pregunta. ¿Qué deseo generar?

Generar una realidad de amor hace la vida más bella. Generar alegría, empatía, aceptación, compasión, alimentan el mundo.

Como libres creadores de la realidad.  ¿Qué deseamos?

Hagamos aquello que nos pide nuestra esencia. Y que los tropiezos del caminar sirvan para ver otras realidades. 

Por otro lado, también hay belleza en no creer en uno mismo y dejarse llevar por una figura de autoridad (papá, mamá, autoridades sanitarias, políticos). La belleza está en descubrir que las consideradas autoridades también hacen buenas pifias y nos muestran que todos somos iguales. Reconozcamos la belleza de dejarse llevar como niño por la figura de autoridad, ese niño que también entrará en la adolescencia y más tarde en la adultez. Y ante la rebeldía de sentir que nos llevaron de la mano, el agradecimiento, la aceptación y la marcha consciente para generar camino, intentando no ser autoridad. Seamos ejemplo de vida y generadores de belleza.

Creemos la realidad que deseamos a partir de la que tenemos, sin lucha, sin demonizar a la autoridad que antes nos llevaba de la mano. Y agradezcamos el acompañamiento y soltémonos, para generar la belleza del crecimiento de una nueva humanidad a la que todo ser humano aspira.

¡Genera la belleza que sientes!


Y AHORA ESTOS VIENTOS

Ahora que aprendí a amarme y a amarte,

Ahora que aprendí a abrazarme y a abrazarte,

Ahora que aprendí a aceptarme y a aceptarte,

Ahora que aprendí a no juzgarme y a no juzgarte,

Ahora que aprendí a sentirme y a sentirte,

Ahora que creí encontrar mi camino, y aceptar el tuyo,

Ahora que empecé a ver la belleza en la vida,

Ahora que empecé a vivir con mayor conciencia personal.

Ahora soplan vientos frios de amor. Vientos que fuerzan, al NO abrazo fraternal, al NO contacto, a la NO aceptación. En definitiva, vientos que nos alejan de algo esencial en mi y en los seres humanos.

 "EL AMOR".

LAS AUTORIDADES Y LAS CREENCIAS QUE RESOPLAN



Nosotros los humanos acabamos revestidos como pared mil veces pintada de muchas creencias. Algunas de ellas pueden llegar a ser tan pesadas, que son de difícil porte.

La creencia en la perfección es una de ellas, ésta se nos cuela por las rendijas de nuestro ser y es soplada por clanes familiares y educativos.

La persona que es manejada por la perfección nunca se siente paz, siempre hay algo que hacer y algo que hacer mejor. Quizá sea un mal, más próximo al primer mundo que al tercero. En el tercer mundo impera la supervivencia.

En nuestro primer mundo, cuando el comer ya no es un tema de vida y muerte, vivimos situaciones que pueden llegar a enfermar nuestro cuerpo, pero esta vez, por una mala alimentación emocional.

Si en el tercer mundo se puede enfermar por una mala alimentación física en el primer mundo una mala alimentación emocional puede llegar a doblegar nuestro cuerpo físico y mental.

La creencia en la perfección, además de hacernos críticos hacia nosotros mismos, nos hace críticos hacia los demás. "Hay de aquel que no haga las cosas como toca". Hay de uno mismo que no hace las cosas como "deberían hacerse". ¿Hay una autoridad dentro de la cabeza, una autoridad interna?

Ahora que invertimos tanta energía en protegernos de algo externo que, según dice el clan de la salud (OMS), nos mata (autoridad externa); ¿es momento de hacer comparativa y reflexión, sobre clanes y las influencias en cada uno de nosotros? ¿Y reflexionar si nos dejamos llevar al 100% por lo que nos hacen creer, pensar y sentir?

Al igual que no podemos hacer de la perfección nuestra bandera de vida, tampoco podemos hacer ley inmutable cualquier creencia por muy autorizada que parezca ser.

En tiempos en que las autoridades externas no se sabe si están o no están, pero sí, que, cuando alguna norma o pauta de vida lleva detrás la palabra "autoridad" ya nos pone firmes, implica reflexión. ¿Hemos sido educado en autoridades? ¿hemos sido educados para obedecer? ¿la palabra autoridad significa que es o son personas que están por encima de los otros? ¿hemos de creerlo todo?

Si un exceso de perfección personal nos puede desequilibrar, un exceso de creer en lo que dicen otros también nos puede dañar. Lo que es dentro es fuera. Formamos parte de un todo y todo está conectado. 

La propuesta es sentir que emoción produce en mi ser todo lo que llega de fuera y por supuesto, de mi interior. Y discernir. Aquello que me suba el ánimo quizá me interese, y aquello que me apague o produzca miedo, ¿no habrá que ponerlo en cuarentena?. 

Nosotros podemos dircernir y acoger lo que nos sirve como verdad y lo que no. Pues la verdad de uno no es la verdad de los otros. Y a veces el egoísmo o las creencias de poco nivel reinan por encima del amor y la compasión por los seres vivos del planeta.

Al igual que no existe un único camino para ir a casa, tampoco hay una única verdad. No hagamos dogma de nuestras verdades o las verdades de los demás. Todo son verdades o mentiras temporales para caminar y nosotros podemos ser los descodificadores de las mismas a través del autoconocimiento personal, la humildad, la compasión y la bondad.



 

PRESENCIA Y VISIBILIDAD



Estar presente en uno mismo es ser consciente del cuerpo y la mente. Es darse cuenta de lo que fluye por la mente en cada instante y con ojos curiosos observar la multitud de pensamientos y emociones que podemos llegar a tener y sentir.

En algunas ocasiones me sorprendo de haber llegado a algún lugar sin apenas sentir el camino, sin ver el vuelo de los pájaros, o el sonido del agua al pasar por un rio.

Estar presente nos puede ayudar a no perdernos en un mar de pensamientos y emociones. Además, nos puede ayudar a aclarar aquello que nos ayuda o nos aúpa a estados emocionales agradables.

La presencia se nutre de muchas maneras, una de ellas puede ser caminar despacito para sentir, caminar con consciencia y con la confianza personal de que lo que vale es el camino y no el punto final. Otra, es meditar con el objetivo de ser el propio observador de los pensamientos.

La presencia personal nos puede ayudar a dar visibilidad a los otros, una visibilidad que ayuda a subir de octavas al ser humano. Visibilizar es reconocer, amar y aceptar.

Estar presente para visibilizar al niño que necesita la mirada de amor de su padre o maestro, estar presente para visibilizar al anciano que al igual que el niño, también necesita de ser visto y reconocido. Visibilizar a tu compañero/a de trabajo con una simple sonrisa que le dice que lo ves.

Pero el mayor regalo que nos podemos hacer es visibilizarnos a nosotros mismos, reconocernos, aceptarnos y amarnos. 

Como dice una amiga "te veo" y solo con esta expresión dentro de mí se activa una emoción agradable y de confianza.

Practiquemos la presencia y la visibilidad.

Feliz día y feliz camino.

LA ENSEÑANZA HOY



Los centros educativos o de formación siempre han sido lugares de transmisión de conocimientos y de creencias grupales e individuales, además, de un lugar de encuentro entre iguales.

Llevamos bastante tiempo fomentando el trabajo en equipo, el aprendizaje colaborativo, el compartir, el ayudarse los unos a los otros en la adquisición de conceptos y habilidades. Además, los docentes impregnamos a los alumnos de nuestra visión de las cosas. Llamémosles creencias.

Los alumnos pueden empatizar o no con ellas. Eso es lo bonito del compartir. El docente si quiere compartir ha de ser consciente que dentro de un grupo pueden haber diferentes sentires y que ha de respetar todas las opiniones. Y que para poder crecer ha de escuchar y no dar por definitiva ninguna creencia, ni científica ni personal. 

Lo que hoy puede ser válido mañana puede que ya no nos sirva. Así que la humildad y el reconocimiento de que todo aquello en lo que apoyamos nuestra vida personal y profesional puede que nos sirva ahora y mañana tengamos que cambiarlo.

Las cosas son impermanentes, las personas también y las creencias, aunque las hacemos durar más, también. Todos son verdades temporales. Por tanto, no las hagamos definitivas.

Mi preocupación en estos momentos, en que yo como docente y muchas más personas empezamos el curso en circunstancias muy especiales, es que no impregnemos a nuestros alumnos de nuestros miedos más profundos, no les transmitamos o intentemos no pasarles todos nuestros temores actuales. La vida es impermanencia, por tanto, esto que vivimos también quedará atrás algún día.

No generemos ansiedad en nuestros alumnos con medidas que van contra la esencia misma del ser humano. Como he dicho antes estábamos en la fase de compartir, de los trabajos en equipo, de la ayuda, de las emociones. Y ahora, parece que volvemos atrás, (espero que sea para coger impulso) y vamos a separarnos, a no compartir, a mantener distancias, a tener la boca tapada. 

Me pregunto, con estás medidas que a mucha gente les parecen oportunas ¿no se van a producir crisis de ansiedad en los niños? La falta de oxigeno, la falta de conctacto, el distanciamiento social, la nula ayuda en el aula entre iguales, y además nuestros miedos personales como seres humanos que somos. ¿No van a generar miedo y dolor en nuestros hijos?

Los niños necesitan de ser mirados, reconocidos, valorados, que aprendan y confíen los unos en los otros. ¿vamos a realizar eso?

En mi humilde opinión, si queremos que nuestros hijos en un futuro construyan un mundo de confianza y solidaridad, nosotros tendremos que ver que hacemos dentro del aula, que les transmitimos y como.

SERES DE LIBRE PENSAMIENTO

La especie humana es la única que manipula a todos los seres vivos del planeta Tierra y lo hacemos entre nosotros con verdadera ingeniería social, a diferencia de los animales que no se manipulan entre ellos, ni se someten a juicios, y que coexisten en armonía total con el planeta. Los humanos somos capaces de hacernos daños sociales e irreparables con fines egoístas, económicos, de control y de poder.

Los animales no someten a ningún ser vivo a tales fines. Quizá podríamos tomar nota de su forma de vida. Esta parece más armoniosa y equilibrada que la nuestra. 

La manipulación social está instaurada desde siempre, pero en estos momentos del siglo XXI es más aguda. El control de lo que pensamos y decimos está perfectamente diseñado desde los medios de comunicación. El pensamiento único es el objetivo. La manipulación de la información y la censura está a la orden del día para que seamos unos perfectos obedientes. En el fondo cuando uno tiene algo de poder es lo que quiere de los que están por debajo. Como ejemplo, el profesor en su clase quiere niños que obedezcan y que no den problemas. Pero así, no pueden aparecer personas libres y creativas, así tenemos personas acostumbradas a obedecer y no increpar al que manda.

Pero claro si el que ejerce el poder es una persona de consciencia y tiene una visión de la vida amorosa, sabrá como ejercer el poder y no eliminar las libertades de los otros. Pero si el que ejerce el poder no tiene una visión buena o amorosa, ejercerá todo lo posible para no dejar libertad y así conseguir sus fines personales de poder, egoísmo, control, etc..

Adolf Hitler hizo de su visión del mundo un verdadero genocidio y no hemos que de olvidar que consiguió ganar unas elecciones con un mensaje directo y de esperanza de salvación a un pueblo alemán que salía destrozado de la primera guerra mundial.

Si este ser humano con los medios que diponía el siglo pasado fue capaz de llegar a tanta gente con su mensaje nada amoroso con judíos, gitanos y otros, ¿qué seremos capaces de hacer ahora con la tecnología que disponemos?

Además, y situandonos en el hoy, ¿seremos capaces de convencernos de que nuestro sistema inmune es una "patata" y de que necesitamos de "medicinas" para superar un virus que quizá lleva toda la vida con nosotros?

¿Y seremos capaces de convencer a la gente para que la demanden y esten dispuestos a lo que sea, sin importar sus posibles efectos secundarios?

Es mi deseo, que nunca dejemos de pensar y de poner en duda cualquier información que nos llegue. 

Acompaño esta reflexión de un vídeo.

https://lbry.tv/@elinvestigador:0/Plandemia-2-mundo-doctores-completo-espa%C3%B1ol:2


HACIA LA UNIÓN ENTRE SERES HUMANOS

 Siento que nos estamos auto castrando. El simbolismo lo siento en la imposición social de llevar “tapa bocas” (aunque vayas solo y a varios metros de cualquier ser humano, ya no es bien visto).

Hemos dejado de confiar en nosotros, hemos dejado de respetarnos y el miedo nos hace jueces los unos de los otros.

¿Quizá el virus está sacando nuestra parte más egoísta y menos comprensiva?

Pero lo más curioso es que nos estamos polarizando y juzgando, al igual que hemos hecho siempre en otros momentos de crisis. Ya nos matábamos por tener diferentes ideologías y ahora por creer o no creer en lo que vivimos.

Considero que es de vital urgencia que nos escuchemos y nos aceptemos. No tenemos por qué cambiar de opinión, pero sí, escucharnos por si acaso nuestro posicionamiento nos limita, nos enfrenta y nos hace mirar mal a los otros seres humanos.

Solo podremos avanzar desde la unión, la aceptación, la colaboración y el no juicio de valor.

Necesitamos recuperar la mirada del niño inocente que mira con amor. Necesitamos no hacer culpables de la situación actual a los jóvenes, o a las personas que desde su rebeldía personal no quieran aceptar las reglas que desde donde sea se imponen.

Necesitamos recuperar el amor y la confianza entre nosotros.

Para superar esta situación de separación que se nos vuelve a presentar (una vez más en nuestra historia) necesitamos confiar, aceptarnos, sentirnos y ayudarnos.

La división produce dolor.

En esencia somos como una única planta, donde las raíces están debajo de la tierra lugar de extracción del alimento, y en el exterior hay hojas desarrolladas, otras por desarrollar, además, de flores abiertas y por abrir. Ser paciente con la planta y sus tiempos es como ser paciente con nosotros mismos. Los humanos somos como la planta. Si las hojas abiertas juzgasen las que aún no han salido, se autodestruiría. Pero las plantas no hacen eso. Y nosotros tendremos que aprender a no hacerlo también.

Necesitamos de todas las miradas para avanzar (quizá sean todas pequeñas verdades y ninguna la verdad absoluta). Si hacemos lo posible para no distanciarnos por ver las cosas de forma diferente quizá lleguemos al propósito final de la vida que siento que es el amor entre nosotros.

 

REFLEXIONES EN TIEMPOS DE MIEDO


En estos momentos vivimos una época de miedo. ¿Miedo a morir?, ¿miedo a enfermar?

Y las recomendaciones apuntan al desamor. A la distancia social, al contacto nulo, a las relaciones nulas. 

Me parece peligroso vivir sin amarnos y aislándonos los unos de los otros.

Me pregunto por qué el famoso virus ataca al amor entre seres humanos🙊.

Y me pregunto por el propósito del mismo.

La verdad es que no tengo las respuestas, pero sí me hago las preguntas.

Lo que sí que tengo claro es que este virus nos hace tan pequeños como posiblemente sea él. Nos hace pequeños al no confiar en nuestro organismo, y en nuestro sistema inmune. 

Este virus, ¿está llamando a la puerta interna del empoderamiento personal?, ¿a qué creamos más en nosotros mismos y confiemos?

¿El miedo nos debilita y nos hace creer que necesitamos de algo externo para poder seguir, quizá, sobreviviendo?

¿La vacuna va a ser nuestra salvación? 

¿Qué consecuencias para nuestro organismo y para nuestra vida tendrá la vacuna?, ¿será la que nos permitirá vivir sin miedo?, ¿será la que nos permitirá amarnos?, ¿será la salvación del ser humano?

Las respuestas llegarán a su debido tiempo.

Tengo la sensación de que este virus está llamando a la solidaridad, a la igualdad, a la creación de un nuevo mundo.

¿Qué no será que quiere destruir un mundo donde el egoísmo parece caminar pisoteando el amor? 

La pena es que para caminar hacia un mundo más humano y solidario lo tengamos que hacer con dolor. 

Es mi deseo que el miedo no bloquee el sentir personal, la compasión, la solidaridad, el abrazo a los seres queridos. En definitiva, que el miedo no bloquee el amor, el alimento que da esperanza e ilusión y sentido a la vida.

Buen camino.



 


DEJEMOS DE JUZGARNOS POR ENÉSIMA VEZ


Una vez más repetimos la historia que venimos viviendo desde siempre. Dividimos a las personas en función de lo que opinan y a partir de ahí, empieza el duro juego del juicio sin cuartel.

En estos momentos nos dividimos y juzgamos por lo que hay que hacer con respecto a la situación actual. Una vez realizados los bandos el juego es simple. Un bando culpa al otro y viceversa.

La aparición de este virus nos vuelve a separar, quizá sea este uno de los objetivos, pero una vez más podemos llegar a odiar al que tiene una opinión diferente.

¿Por qué no aprovechar esta ocasión para unirnos frente a lo que es un ataque a la vida?

¿Por qué hemos de buscar culpables?

Es probable que algún día podamos saber más y podamos saber que esto aparece fruto del egoísmo del ser humano. A mí no me gustaría repetir ajusticimientos por discrepar. Me gustaría que aprovechásemos la oportunidad para hermanarnos, escucharnos y dejar de juzgarnos. Y así dar entrada al amor, al amor a todo ser humano.

Llevamos siglos cargándonos a los que dan un discurso diferente al que interesa dar. Jesús de Nazaret fue ajusticiado porque molestaba su discurso de igualdad, amor, y esperanza. Y así hay más seres humanos que han vivido y viven  injusticias.

El juzgar está metido dentro de nosotros, y lo hacemos constantemente. ¿Me pregunto qué emociones alimentan el juicio?

Quizá sean: 
  • Falta de autoconocimiento personal
  • Falta de empatía
  • Falta de escucha
  • Egoísmo
  • Miedo
  • Y más...
¿La falta de amor a la vida estará detrás de lo que vivimos? 😞

Necesitamos sumar, unirnos, que no nos peleemos entre nosotros por pensar y opinar distinto, que nos respetemos, que aceptemos al otro, que integremos una democracia de amor e igualdad. No pretendamos uniformar a todos con nuestra forma de ver la vida o nuestras creencias. Hemos de dar el salto de nivel en el que amemos todo, incluso lo que no nos gusta.

Unámonos todos para dirigir el planeta hacia la igualdad, el amor, la empatía, la solidaridad, el compartir. Donde vivir sea un compartir y no un competir.

Aprovechemos esta nueva oportunidad para no repetir la historia de la humanidad.

LA SENCILLEZ DEL AMOR


El objetivo final de la vida de cada ser humano es amar. Cuando uno se pregunta sobre su propósito de vida, no necesita buscar mucho, solo a de prestarse atención y amarse. Amarse simplemente por ser quien es, sin necesidad de ningún adjetivo calificativo. Solo con "ser" es suficiente. Los complementos, llamados así a las cosas que vamos a realizar en nuestra vida pueden y van a alimentar nuestra capacidad de amar.

El simple sentir o pensar que, yo soy un ser humano al que quiero y amo, colma la experiencia de vivir en la tierra. Si conseguimos llegar a este principio aceptaremos amar a los demás.
El desencuentro con uno mismo es por considerarnos o valorarnos en función de calificativos externos. Por valorarnos en función de etiquetas de formación, etiquetas de raza, etiquetas de cultura, etiquetas de condición sexual, etc...

El amor no conoce de etiquetas ni condiciones. El amor es amor. El amor es aceptación y también valoración.

Nos separamos del amor cuando no aceptamos como somos, cuando no aceptamos quienes somos, cuando nos comparamos con otro ser humano.

El amor integra a la vida. El amor es profundo y ligero a la vez, el amor es sencillo solo requiere de aceptación y presencia en uno mismo. 

El amor a los demás, es una simple mirada de afecto, un simple toque en la espalda, un simple abrazo, un no juzgar o etiquetar. 

El amor solo necesita atención a uno mismo y los demás. Esto es la sencillez del amor. Nada material requiere, pues el amor se saca del interior de uno mismo.

El amor es la vacuna personal a cualquier amenaza externa, sea por virus, por miedo, por error en creencias planetarias.

Qué curioso que el virus de la actualidad ataque directamente al contacto, al beso, al abrazo, a la convivencia. Justamente aquello que empodera al ser humano.

Qué curioso que el virus incremente el miedo, el juicio a los demás, el distanciamento social, y en muchos casos la insolidaridad. 

Qué curioso que el virus nos haga tan pequeños que dejemos de confiar en nosotros mismos y en los demás.

Volviendo a la sencillez del amor, es tan fácil y sencillo que sirve además de vacuna para lo que vivimos en estos momentos en el planeta.

Felices sentires amorosos.

PREFIERO UN DÍA DE AMOR QUE MIL AÑOS DE MIEDO



Me ilusiona y prefiero vivir con amor a la vida, a las personas, a la tierra, a todo, que sobrevivir con miedo. Ahora que, por autoconocimiento he llegado al punto de saber cómo quiero vivir y en ello estoy, curiosamente llega una "nueva normalidad" que lleva la dirección opuesta a lo que deseo. 

Por supuesto que no voy a entrar en guerra con ella, pues me desgastaría y no dispongo de suficiente información para realizar con buen criterio un juicio correcto de discernimiento. Lo que si voy a continuar es viviendo como siento y no me dejaré llevar por esa información que apunta al miedo a enfermar y a la muerte. 

Considero esenciales los abrazos de corazón, la empatía, la solidaridad, el amor. El distanciamiento físico, el esconderse para no enfermar, el miedo, dinamitan lo esencial en mí.

La pandemia del miedo no va a quebrar mi forma de vivir. La pandemia del miedo nos hace creer que no tenemos la capacidad de superar (si llega el caso) una enfermedad o virus. Y yo siento que sí la tenemos, y siempre la tendremos. Nuestro organismo es una obra total de ingeniería que se autorregula ante cualquier tipo de enfermedad, o virus.

También tengo claro que la vida en cuerpo físico es finita y cada ser humano hace el transito cuando le toca. Ni antes ni después. ¿Para qué sufrir por algo que algún día tendremos que afrontar? ¿No será que siempre nos han dado miedo los cambios?

Y volviendo al tema de lo que me ilusiona,  en mi deseo, prefiero un día de amor que mil años de miedo. Por tanto, estaré muy atento a lo que siento dentro y fuera de mí. Valoraré la información que me llega desde el exterior para observar que efectos mentales y emocionales me producen. Los observaré todos y luego me quedaré con aquellos que produzcan en mi, aquello que me hace vivir.

Que tengas feliz caminar.



HABLEMOS DE EGOÍSMO


El egoísmo forma parte de la falta de sabiduría del ser humano. A mayor sabiduría menor egoísmo y más amor a la vida.

Por egoísmo se han eliminado vidas, por egoísmos se han callado situaciones injustas, por egoísmo estamos separados los unos de los otros. El egoísmo tiene su razón de ser en la inmadurez, (al niño le cuesta compartir por falta de perspectiva, experiencia y sabiduría que da el paso de los años en algunas ocasiones). ¿Será que los seres humanos somos como niños? ¿Será que somos cabezotas, tozudos y no nos escuchamos?

Sea lo que sea, nos cuesta demasiado compartir, tratarnos como hermanos y sobre todo formarnos un sentido de la vida libre de anclajes, libre de manipulaciones personales, libre de egoísmo que hace que no pensemos que el bien del otro, es también mi bien.

Detrás del egoísmo personal también está la falta de amor a uno mismo y a los demás. ¿Qué hace que un ser humano haga cosas que perjudiquen a otros?

Hay quien no se da cuenta, hay quien lleva inhibidores del sentir para no ver el dolor de otros, hay quien le da igual. No importa el motivo. El asunto es que cuando un ser humano clama ayuda, como mínimo habría que escucharlo.

El silencio, la ignorancia no quitan el dolor. Solo la voluntad de escucha y acción hace que los seres humanos avancemos hacia... Somos seres humanos (o niños a veces) experimentando la vida y dándonos la posibilidad de dar sentido a nuestras vidas haciendo que la misma, sea mejor a uno mismo y a los demás.

¿Qué gana un ser humano si sus acciones perjudican a otros? La falta de consciencia en las acciones no elimina el dolor de los que sufren.

Habrá que ir empatizando con la vida y con aquellos que sufren. Solo con una mirada de empatía podemos aliviar dolor, con un pequeño abrazo se puede cambiar a un ser humano. 

Tenemos la responsabilidad de no mirar hacia otro lado para no ver el dolor ajeno, aprovechemos este nivel de consciencia que ya vamos sintiendo.

El amor es el alimento que da sentido a la vida.

Feliz día. 

 

LA HERMANDAD Y EL SERVICIO



La idea de una humanidad hermanada y de servicio ya tiene más de 2000 años. La idea de cooperar, y compartir no es para nada nueva.

Y me pregunto por qué nos cuesta tanto hacer aquello que sabemos que irá bien a todos los seres humanos. 

¿Se ha instalado en nuestro pensar que unos merecen y otros no?

¿Se ha instalado en nuestro pensar que hay seres humanos que merecen tener y otros no?

¿Qué hay seres humanos de primera, de segunda, de tercera?

Quizá llevamos pensando milenios que cada uno tiene lo que se merece y así nos lo hicieron creer y así lo creemos nosotros.

Entonces, ¿el qué pasa hambre es por qué se lo merece?, ¿el qué sufre una enfermedad es por qué se lo merece?, ¿el qué muere por miedo al covid es por qué se lo merece? ¿el qué es maltratado o maltratada es por qué se lo merece?

Considero que cada ser humano experimenta la vida en función de donde nace y se desarrolla. Quizá sea una elección inconsciente pero nunca deberíamos decir que un ser humano se merece un dolor.

Para transformar esta humanidad nos tenemos que sentir todos iguales (cada uno con sus capacidades), simples seres humanos experimentando la vida y aprendiendo a vivir, sentir, cooperar, amar, etc...

Personas como Vicente Ferrer, Gandhi, Jesús de Nazaret por destacar algunos conocidos, así lo entendieron. 

La hermandad y el servicio son las piedras angulares para una vida diferente, y buena para todos los seres del planeta tierra. 

Mirémonos en horizontal.


EL SER HUMANO QUE UN DÍA EMPEZÓ A CONOCERSE


Esta es la historia de un ser humano que desde bien pequeño le enseñaron unos valores. Estos valores estaban alineados con la forma de pensar del clan y los clanes donde nació y se crio. Eran valores que aportaban un caminar en su vida. Durante su infancia los fue adquiriendo, en su adolescencia los fue viviendo y en ocasiones, cuando no se encontraba bien con ellos, los rechazaba rechazando el sistema social del clan y los clanes.
En su adultez los acogió como suyos y en otros momentos los rechazó. En esta etapa empezó a sentirlos y culpabilizar a los mismos (los valores) de sus problemas.
Un día se dio cuenta que no sabía sentir, que no sabía lo que era mejor para su vida, que llevaba todo su tiempo viviendo la vida desde la aceptación o el rechazo. Intuía que había llegado el momento de conocer y saber que era aquello que a él lo hacía estar bien o mal.
Pero volvía a caer en el desánimo de no saber sentir. 
Era un ser humano habilidoso y trabajador, es decir, reunía valores muy apreciados por la sociedad de siglo XX y XXI. Llenaba de tareas sus días para estar en paz con su mente y su ruido de fondo. Haciendo lo que pensaba que tenía que hacer para encontrar algo de paz o tranquilidad.
El día que no encontraba la energía para dar respuesta a todo lo que creía que tenía que hacer volvía a entrar en desánimo.
Y le fueron pasando los días y los años. En su malestar personal culpabilizo a todo el mundo y busco culpables en todos los lugares y situaciones. Se volvió una persona exigente, muy exigente, que le llevo a la intolerancia hacia aquel que fuese diferente a su forma de ver la vida.
Un día cayó enfermo y durante algo más de un año dejo de hacer aquellas cosas que lo alimentaban. Durante este año, sintió vacío, odio, rabia, despecho, tristeza. Pero fue durante este año cuando tuvo tiempo de saber que sentía y por qué. Durante este año empezó a escucharse, nunca antes había tenido tiempo y ni la más mínima consciencia de escucharse.  
Luego de pasar por esta experiencia intentó no hacer exactamente lo que antes hacía. Y no lo hacía por rebeldía, sino porque había aprendido a escucharse y ahora era más consciente de hacer aquello que le hacía sentir cómodo y bien. 
También dejó de hacer juicios de valor hacia los demás. Entendió un poco más de la vida, de su vida y confía en ella.
Hoy se siente muy agradecido a su pasado y a su presente e ilusionado por su descubrimiento personal. 
Solo desea vivir el presente con la suficiente consciencia de que hace y deshace lo que realmente demanda su alma.
Acepta y ama su vida. Acepta y ama la vida de los demás. ahora vive en un estado de necesidad saludable de alimentar su vida con aquello que siente.
Sabe que su mayor descubrimiento ha sido saber sentirse.

Felices descubrimientos de vida.
    

LA BANDERA DEL AMOR




La bandera del amor como antídoto a vivir con miedo y antídoto a "mal" vivir o sobrevivir. Vivir con miedo es vivir la vida en sufrimiento. Vivir con miedo es no confiar.

En nuestra educación generada a partir de los distintos clanes nos hemos y han educado de forma consciente e inconscientemente, en una cultura basada en el temor y el miedo. Miedo a hacer el ridículo, miedo a herir al otro, miedo a cagarla, miedo a no estar a la altura, miedo a fracasar, miedo a enfermar, miedo a la muerte, miedo al qué dirán, miedo a...

Sintiendo y pensando así, nos convertimos en seres temerosos y a la vez pequeños. Con la aparición y posible cocción del caldo de cultivo necesario y suficiente para no sentirnos merecedores de felicidad, ni amor.

¿Qué tal si, entramos en rebeldía interna ante cualquier creencia o pensamiento que nos haga sentir inseguridad, intranquilidad, y miedo?

¿Qué tal si además, en lugar de juzgar el haber o estar viviendo con miedo empezamos a desprendernos de cualquier creencia pensamiento que nos haga sufrir?

¿Qué tal si, empezamos a creer y crear modelos y creencias acordes a nuestro sentir personal?

¿Qué tal si, empezamos a ver la vida con una luz que ilumine alegría, felicidad, paz, ...?

Somos los “creadores” de una nueva forma de vivir la vida sin temor, y hacia una (para nada nueva) forma de vivir la vida con “amor” hacia uno mismo y hacia el resto de seres.

Vayamos soltando las cargas que nos impidan caminar hacia un nuevo mundo donde el amor sea la bandera del ser humano.

Empezamos todos a ondear la bandera del amor. Si lo hacemos, la vida en la tierra dará el salto cuántico al modelo propuesto por Jesús de Nazaret. El justamente vivió para dar un mensaje de amor y nunca de miedo. Un mensaje de confianza, de continuidad, y de amor.

Confía, inspírate y crea tu vida. Felices creaciones.

LA ESENCIA DEL AMOR


Para amar necesitamos cuidar de nuestra autoestima personal. Siendo amorosos y amables con nosotros mismos, sintiendo la vida como un caminar hacia el amor personal y el amor hacia los demás, la vida florece a una dimensión para nada nueva, pero sí acorde a nuestra esencia de amor.
El amor hacia la vida ilumina la mirada del ser humano, con efectos de paz y armonia con todo.
En esencia somos amor.
El egoísmo, las creencias totalitarias, la suposición de poseer la verdad hace que el ser humano se aparte del amor para entrar en la no aceptación, y el juicio de valor.
¡Puede ser tan fácil acercarse al amor!. Un primer paso es aceptarse, aceptarse sin juicio de valor. Un segundo paso más sencillo es aceptar y amar a los demás. Este se produce casi de forma automática cuando uno/a se acepta y se ama.
La esencia del amor se encuentra en nuestra autoestima personal.


EL AMOR Y MIEDO


Hoy reflexiono sobre el amor y el miedo dos emociones con grandísimo impacto en nuestro ser y en nuestro cuerpo físico.

El miedo tiene el poder de paralizar y arrebatar cualquier poder personal.

El miedo es una emoción que bloquea, que contrae y que modifica el carácter de la persona hacia la tristeza. Por otro lado, el amor expande y te lleva hacia la alegría.

El miedo y el amor son dos emociones que sentimos en el transcurso de la vida y son claro ejemplo de dualidad.

Con el amor, la persona es más creativa, más colaborativa, más dispuesta, se ilusiona, y tiene esperanza. Con el miedo la persona pierde la esperanza y la ilusión en ella misma y en los demás.

Las dos emociones (miedo y amor) son nuestras, conviene decidir a cuál prestar más atención. Como las dos emociones forman parte de nuestro pack de emocional enfócate donde consideres.

El miedo y el amor están incluidas tanto en las alegrias como en las dificultades de la vida. Como dijo Jesús de Nazaret las dificultades, son tropiezos en nuestro caminar, y un posible objetivo sea "parar" para revisarlo y tomar más consciencia del mismo. Observa y modifica el camino que estás andando si lo consideras necesario. Tu puedes dirigirlo hacia donde te haga sentir mejor.

Haz del miedo una herramienta más en tu caminar. Y del amor, el propulsor del mismo.

El miedo también puede ser propulsor de dolor, o vivencia no deseada. Tu puedes decir no. Hasta aquí. Acota y utiliza el miedo conscientemente.

Cuando las personas utilicen el miedo consciente o inconscientemente para que pienses o sientas de una forma determinada, estate atento, en este mundo nadie es más que nadie, nadie tiene derecho a imponer a otro ser humano sus criterios utilizando el miedo. 

Hemos de tratarnos con amor, con mucho amor. Y cuando una persona o un grupo de personas a través del miedo o el dolor impone sus normas no merece nuestra atención y tiempo. Cuando puedas y sientas, pon una distancia amorosa con aquellos o aquel que impone desde el miedo. 

Engrandécete. Insisto, ningún ser humano está por encima de otro. Todos somos iguales y necesarios para la vida. 

Sin un agricultor, un gran científico no podrá tener alimentos.

En estos momentos, dejemos de tener miedo a enfermar. Es un tropiezo en nuestra vida en el caso de llegar a producirse. El miedo afecta a nuestro cuerpo y lo hace débil, con lo cual adquirimos más posibilidades de enfermar. Siente fuerte y poderoso.

Perdamos también, el miedo a la muerte (todos pasaremos por ella a su debido tiempo), considérala un cambio e imagina (no pierdes nada y ganas mucho) que tras ella te espera, nos espera una vida mejor.

En definitiva, enfócate en el amor y haz pasar hambre al miedo y cuando tengas que sentirlo utilizalo. 

Tu eres un ser humano grandioso y es el momento de creerlo.

Que el amor ilumine e ilusione tu caminar.


EL AMOR LA VERDAD MÁS ELEVADA



Los seres humanos tenemos multiples verdades que hemos y vamos adquiriendo en el vivir. Cada una de estas verdades personales o colectivas personaliza la forma de ser y pensar de cada ser humano. Si sientes que tu verdad ilumina tu camino, abrázala.
Hay verdades de mayor y otras de menor perspectiva, pero ninguna alcanza al AMOR.
El AMOR es la verdad más elevada.

EL AMOR ALIMENTO DEL CUERPO Y EL ALMA


Los juicios de valor alimentan el desamor.

Cuando una persona no hace lo que nosotros establecemos como "lo que hay que hacer" entramos en juicio de valor llegando incluso en algunos casos a deshumanizarlo. Cosa que por otra parte es imposible, ya que estar en cuerpo físico implica ser humano. El ser humano podrá ser desvalorizado, vapuleado, destrozado física y mentalmente (lo hemos hecho en campos de concentración y lo hacemos con aquellos que no aceptamos o amamos) pero nunca deshumanizado. Ser humano es un estado de estar vivo.

¿Por qué nos empeñamos es juzgar y seguir juzgando y buscar culpables?

¿Por qué no amar?

Jesús de Nazaret nunca rechazo a ningún ser humano, su amor estuvo por encima de cualquier juicio o acción. Amó y aceptó incluso a los que desde su egoísmo personal lo trataron mal.

Y es que el amor es la herramienta máxima de aceptación.
Y es que el amor es la esperanza para vivir felices.
Y es que el amor es la máxima perspectiva hacia la vida. 

Alimentemos la parte más humana y humilde de nuestro ser para dejar de centrar la atención en lo que consideramos incorrecto, y cambiemos la mirada hacia el amor, la ayuda, las buenas palabras hacia los demás. Los compañeros de vida que no amamos o aceptamos también buscan la felicidad.

Siente en el corazón lo que demanda tu alma y enfócate hacia ahí.

Practica la paciencia, tómate tu tiempo para responder y respira. Si lo que vas a decir no mejora lo que hay, quizá valga la pena esperar a tener más perspectiva, y comprensión.

Acepta y ama todo, pero tampoco te conformes, impulsa tu vida para crear un mundo mejor.

Ten criterio y acepta que los demás tengan el suyo. Suma miradas para crear algo mejor a lo que tenemos. 

Ama a la vida y confía.

Feliz caminar.