LA BANDERA DEL AMOR




La bandera del amor como antídoto a vivir con miedo y antídoto a "mal" vivir o sobrevivir. Vivir con miedo es vivir la vida en sufrimiento. Vivir con miedo es no confiar.

En nuestra educación generada a partir de los distintos clanes nos hemos y han educado de forma consciente e inconscientemente, en una cultura basada en el temor y el miedo. Miedo a hacer el ridículo, miedo a herir al otro, miedo a cagarla, miedo a no estar a la altura, miedo a fracasar, miedo a enfermar, miedo a la muerte, miedo al qué dirán, miedo a...

Sintiendo y pensando así, nos convertimos en seres temerosos y a la vez pequeños. Con la aparición y posible cocción del caldo de cultivo necesario y suficiente para no sentirnos merecedores de felicidad, ni amor.

¿Qué tal si, entramos en rebeldía interna ante cualquier creencia o pensamiento que nos haga sentir inseguridad, intranquilidad, y miedo?

¿Qué tal si además, en lugar de juzgar el haber o estar viviendo con miedo empezamos a desprendernos de cualquier creencia pensamiento que nos haga sufrir?

¿Qué tal si, empezamos a creer y crear modelos y creencias acordes a nuestro sentir personal?

¿Qué tal si, empezamos a ver la vida con una luz que ilumine alegría, felicidad, paz, ...?

Somos los “creadores” de una nueva forma de vivir la vida sin temor, y hacia una (para nada nueva) forma de vivir la vida con “amor” hacia uno mismo y hacia el resto de seres.

Vayamos soltando las cargas que nos impidan caminar hacia un nuevo mundo donde el amor sea la bandera del ser humano.

Empezamos todos a ondear la bandera del amor. Si lo hacemos, la vida en la tierra dará el salto cuántico al modelo propuesto por Jesús de Nazaret. El justamente vivió para dar un mensaje de amor y nunca de miedo. Un mensaje de confianza, de continuidad, y de amor.

Confía, inspírate y crea tu vida. Felices creaciones.

LA ESENCIA DEL AMOR


Para amar necesitamos cuidar de nuestra autoestima personal. Siendo amorosos y amables con nosotros mismos, sintiendo la vida como un caminar hacia el amor personal y el amor hacia los demás, la vida florece a una dimensión para nada nueva, pero sí acorde a nuestra esencia de amor.
El amor hacia la vida ilumina la mirada del ser humano, con efectos de paz y armonia con todo.
En esencia somos amor.
El egoísmo, las creencias totalitarias, la suposición de poseer la verdad hace que el ser humano se aparte del amor para entrar en la no aceptación, y el juicio de valor.
¡Puede ser tan fácil acercarse al amor!. Un primer paso es aceptarse, aceptarse sin juicio de valor. Un segundo paso más sencillo es aceptar y amar a los demás. Este se produce casi de forma automática cuando uno/a se acepta y se ama.
La esencia del amor se encuentra en nuestra autoestima personal.


EL AMOR Y MIEDO


Hoy reflexiono sobre el amor y el miedo dos emociones con grandísimo impacto en nuestro ser y en nuestro cuerpo físico.

El miedo tiene el poder de paralizar y arrebatar cualquier poder personal.

El miedo es una emoción que bloquea, que contrae y que modifica el carácter de la persona hacia la tristeza. Por otro lado, el amor expande y te lleva hacia la alegría.

El miedo y el amor son dos emociones que sentimos en el transcurso de la vida y son claro ejemplo de dualidad.

Con el amor, la persona es más creativa, más colaborativa, más dispuesta, se ilusiona, y tiene esperanza. Con el miedo la persona pierde la esperanza y la ilusión en ella misma y en los demás.

Las dos emociones (miedo y amor) son nuestras, conviene decidir a cuál prestar más atención. Como las dos emociones forman parte de nuestro pack de emocional enfócate donde consideres.

El miedo y el amor están incluidas tanto en las alegrias como en las dificultades de la vida. Como dijo Jesús de Nazaret las dificultades, son tropiezos en nuestro caminar, y un posible objetivo sea "parar" para revisarlo y tomar más consciencia del mismo. Observa y modifica el camino que estás andando si lo consideras necesario. Tu puedes dirigirlo hacia donde te haga sentir mejor.

Haz del miedo una herramienta más en tu caminar. Y del amor, el propulsor del mismo.

El miedo también puede ser propulsor de dolor, o vivencia no deseada. Tu puedes decir no. Hasta aquí. Acota y utiliza el miedo conscientemente.

Cuando las personas utilicen el miedo consciente o inconscientemente para que pienses o sientas de una forma determinada, estate atento, en este mundo nadie es más que nadie, nadie tiene derecho a imponer a otro ser humano sus criterios utilizando el miedo. 

Hemos de tratarnos con amor, con mucho amor. Y cuando una persona o un grupo de personas a través del miedo o el dolor impone sus normas no merece nuestra atención y tiempo. Cuando puedas y sientas, pon una distancia amorosa con aquellos o aquel que impone desde el miedo. 

Engrandécete. Insisto, ningún ser humano está por encima de otro. Todos somos iguales y necesarios para la vida. 

Sin un agricultor, un gran científico no podrá tener alimentos.

En estos momentos, dejemos de tener miedo a enfermar. Es un tropiezo en nuestra vida en el caso de llegar a producirse. El miedo afecta a nuestro cuerpo y lo hace débil, con lo cual adquirimos más posibilidades de enfermar. Siente fuerte y poderoso.

Perdamos también, el miedo a la muerte (todos pasaremos por ella a su debido tiempo), considérala un cambio e imagina (no pierdes nada y ganas mucho) que tras ella te espera, nos espera una vida mejor.

En definitiva, enfócate en el amor y haz pasar hambre al miedo y cuando tengas que sentirlo utilizalo. 

Tu eres un ser humano grandioso y es el momento de creerlo.

Que el amor ilumine e ilusione tu caminar.