RECONÓCETE


Puede que muchos vivamos en una lucha constante para agradar a nuestro programa mental, ese programa mental que hace que vertamos cantidades de energías en algo, para quedarnos tranquilos, para ser vistos, para ser reconocidos, para poder dormir con la consciencia tranquila.

El programa mental reconocido y observado puede hacernos crecer, pero desde la inconsciencia nos puede esclavizar.

Reconocer que la satisfacción o la insatisfacción obedece a nuestro programa nos empodera. Para tomar consciencia de nuestro caminar y vivir hemos de conocernos a nivel mental.

Reconocer todos nuestros valores, tomar consciencia del efecto en nuestro ser, es de las tareas esenciales para caminar por la vida. No menos importante, equilibrar los valores, desechar aquellos que no sirven, y apuntalar y reforzar aquellos que nos impulsan.

Sonreír, relativizar, amar, soltar, fluir, confiar, etc...

Ya somos completos, pensar que nos falta algo nos hace pequeños. Cada uno de nosotros es un universo perfecto, una creación perfecta. ¿Por qué pensar o creer que nos falta algo?

¿Por qué buscar fuera y creernos que necesitamos algo para estar completos?

La fórmula mágica para vivir está en re-conocerse, saber quién crees que eres, cómo procesas la vida, y sobre todo, observar cuando haces las cosas por los demás y no por ti. En definitiva, hacemos las cosas según el programa mental que tengamos. La buena noticia es que está en ti y en cada uno de nosotros, cambiar el programa o ajustar el programa a lo que demanda el ser.

Crea la vida que desees y se amable contigo. 




LA PAZ PERSONAL


La paz personal esencial de cada ser humano.

El ser humano quizá sea el único ser que busca un propósito en la vida, uno o varios que den sentido a su existencia.

Con tal quehacer, se va inundando de propósitos, actividades, objetivos, metas, etc... con el fin de tranquilizarse y sentirse satisfecho. Incluso puede que sin propósito pierda el sentido de su existencia. 

El ser humano ha sido educado para perseguir algo externo marcado cómo objetivo. 

Se busca tener posesiones, viajar, tener trabajo, tener tiempo, tener estudios. En cambio, no siempre se busca tener consciencia de si mismo y conocer lo efímero de los objetivos externos.

Nuestra programación mental, nuestra educación social y familiar, puede determinar nuestra vida, si la misma la vivimos con poca consciencia.

Un gran avance personal es reconocer cómo somos y cómo nos hemos construido desde la mente. Por otro lado, reconocer que hemos sido educados para agradar a los demás. Y por este motivo somos capaces de dedicar cantidades de tiempo y energía haciendo cosas que sean reconocidas por otros.

El camino hacia uno mismo, hacia ser consciente que somos completos, que hemos de desprendernos de la necesidad de agradar a los demás, nos puede aliviar de una carga considerable. 

El camino hacia uno mismo ha de llevar como hoja de ruta la paz interior y esta se alcanza siendo consciente de que no se necesita hacer nada para ir a ella. Sentir paz es ser consciente que eres parte de todo viviendo la experiencia de vivir.

Somos la gota de agua que algún día regrasará al mar. Vivamos con la consciencia alta para reconocer y posibilitar disfrute a nuestra existencia, mientras transitamos hacia la fuente.

No necesitamos nada, ya somos.


LA ARMONÍA PERSONAL



La armonía personal conecta con la paz interior.

La pérdida de la armonía personal, puede llegar por diferentes caminos, vivencias y estados de intranquilidad.

La pérdida de la armonía personal llega al ser humano para mostrar los miedos y los estados de necesidad que necesitan atención. Por otra parte, produce un desequilibrio que se focaliza en el camino de vida que lleva cada ser humano. En otras palabras, nos sacude para que nos prestemos atención, y seamos consciente del camino que estamos recorriendo.

Cuando tomamos consciencia de que los desequilibrios los necesitamos para atendernos, empezamos a tomar el control de nuestra vida.

La experiencia de vivir es el camino personal de cada uno, cuanto antes tomemos consciencia de que cada uno de nosotr@s ha de ser el conductor único de su cuerpo y de su mente, antes conseguiremos alcanzar la paz interior, esa que, aunque vengan inputs desequilibrantes no alcanza a perturbar. 

Hoy me comentó un amigo de camino que para minimizar o evitar la pérdida de la paz interior había recogido las enseñanzas de un chamán mexicano.

El chamán utiliza tres acciones:

  • Primera, "Pararse" y buscar un lugar tranquilo y soleado donde poder llenarse y poder calmar la mente.
  • Segunda, "Escuchar sin emitir juicio alguno". Escuchar todo lo que pasa fuera del cuerpo físico (viento, pájaros, árboles, etc..). Escuchar también nuestro cuerpo, nuestro interior. Y, por último, escuchar lo que dicen los demás entre ellos.
  • Tercera, conseguir la "Impasibilidad o neutralidad", e incluso la indiferencia desde el punto de vista de que no perturba lo que ocurre tanto dentro como fuera.

Estos tres puntos nos han de conducir al discernimiento, y consecuentemente aclarar hacia dónde vas y cómo vas.

Feliz camino