CONVERSACIONES DE DOS AMIGOS EN CRECIMIENTO PERSONAL


Reflexiones entre Juan y Tomás

 Juan: ¿Qué hemos de pensar ahora? 

Tomás: ¿Y tu qué sientes que has de pensar?

Juan: No sé, en estos momentos estoy muy confuso. Me voy a explicar: según lo que estamos viviendo hay que hacer todo lo que las autoridades nos demandan. Y la verdad es que yo tengo dudas, pero al mismo tiempo, cuando busco información solo encuentro el mismo mensaje. Parece como si no existiese ninguna realidad más. 

Tomás: Quizá puedas crear tu propia realidad y desde tu más íntimo sentir, discernir cual es el mensaje para ti, ¿no?

Juan: Quizá sí, el tema es que yo siento diferente a lo que aparentemente dice la mayoría.

Tomás: ¿Y consideras que eso es malo?

Juan: Quizá no. Si que es verdad que estoy bendiciendo las decisiones personales de cada uno. Y al mismo tiempo me preocupa la no aceptación por parte de los otros de lo que yo decida y haga.

Tomás: ¡A vale, hablamos de aceptación!. La aceptación es el gran problema que todos tenemos. Nosotros hacemos muchas cosas para ser aceptados por los demás. Y esto tiene su raíz en que desde pequeños hemos buscado la aceptación como aquel que mendiga amor. Pues cuando no haciamos aquello que demandaban padres o profesores muchas veces nos retiraban el afecto, el amor e incluso nos castigaban. Así pues, ahora en la toma de decisiones personales hay que ver al niño que fuiste y ver como actuaba para ganar el afecto del otro. Así podrás saber un poco más de ti y de cómo tomas tus decisiones.

Juan: Es verdad, he de reconocer que mis decisiones siempre van tomadas para ganarme la aceptación de los otros.

Tomás: ¡Eureka!, pues ahí está la clave en la toma de decisiones que sientas y que no vayan acorde con lo que dicen otros, o lo que dicen las autoridades.

Juan: Ahora siento que desde el máximo respeto a los demás y sus posibles juicios he de hacer aquello que vaya acorde con mi sentir, aquello que vaya acorde con mi intuición y que el cerebro y sus programas me pueden automanipular para que haga cosas que no siento.

Tomás: Grande amigo.

Juan: Igual hacer lo que siento me trae algún problema.

Tomás: Seguro y más si no va alineado con los intereses de otros, pero es la forma de no autoengañarte en la busqueda de ser aceptado.

Juan: Gracias amigo, esta conversación me ayuda a conocerme mejor y tomar decisiones conscientes y alineadas conmigo.

Tomás: Gracias a ti amigo. De esta experiencia todos estamos aprendiendo y el fin último es reconocernos sin juicio. 

Confía en tu sentir, no dudes. Las dudas y la falta de confianza no esta alineada con la divinidad de cada ser humano.

Felices decisiones conscientes.