LA MAGIA DE EXPERIMENTAR LA VIDA "CONFIA"

La magia está en cualquier momento y en cualquier situación. Se necesita estar atentos y con mirada de niño.

Raquel mi pareja escribe:

  • Hay veces que el alma se expresa, aunque no seamos conscientes.
  • Hay veces que sentimos cosas a las que nos es imposible poner nombre.
  • Hay veces que nos desbordamos de tanto sentir.
  • Hay veces que tan solo con parar, estar presentes y en silencio es suficiente para conectar con uno mismo y con todo lo que te rodea.
  • Hay veces que tu SER te lo demanda de forma inefable.
  • Hay veces que no te das cuenta.
  • La magia existe.
  • Somos muy sabios, solo hay que estar atentos a las señales.

Así con estas frases de mi pareja empiezo este post, luego de experimentar un domingo 30 de mayo del 21 lleno de señales divinas.

Un domingo de paseo por el monte en el que cruzando el rio Mijares de Castellón se llevó mis chanclas viejas y me dejó descalzo. Un rio que quitó de mis pies un calzado reseco y usado (adiós a lo viejo).

Una ruta llena de simbolismo numérico (GR333) y conexión con la madre tierra en un pequeño nacimiento de agua que alberga una flor rosa, color del amor.



El mismo lugar y una piedra que nos hizo estremecer sentados. En este lugar mágico entendimos porque estábamos allí.

Una ruta que me invitó a dar un salto al vacío, con un mensaje de: "confía"

La magia existe para todos nosotros. Y desde planos sutiles están deseosos de hacernos conscientes de ella.

Es el momento de que cada ser humano cree su realidad, que sea el autor de su vida, que confie en lo que siente y que tome las decisiones acordes a su sentir.

CONFIA.


LIBERANDO EL AMOR


Imagina que el amor fluye al igual que el aire. Imagina que el amor no está encerrado y atado en tu establo personal. Imagina que el amor fluye dentro y fuera de ti.
El amor es impulso, es ilusión, es sentir, es vivir. Para que el amor se exprese necesita consciencia personal de lo que uno es. Una mirada correcta de lo que es un ser humano. 
La esencia del ser humano es puro amor, si permitimos que el amor se exprese, es decir, nuestra esencia se exprese, nuestra vida tomará el camino del sentir.

Al amor lo tenemos encerrado con las vallas de nuestras creencias personales, construidas al poco de empezar a cumplir años, y son ellas, nuestras creencias más limitantes las que ponen bozal a nuestro corazón.
Y sobrevivimos hasta que un día el esfuerzo de no permitirse, el esfuerzo de bloquear, el esfuerzo de retener nuestra máxima expresión del ser, no puede más y deriva en una expresión de infelicidad o enfermedad.
Quien lo sienta, que deje volar el amor y permita fluir el ser. Quien lo sienta que suelte todas las amarras retenedoras del sentir.
Es nuestra programación personal la que limita nuestra expresión amorosa.
La esperanza está, en la observación personal capaz de mostrar las cerraduras que abren nuestro amor.
Porque cada uno tiene las llaves de sus cerraduras. Y disfruta, que el amor es paciente y cuando lo liberes lo primero que hará es abrazarte, y abrazar al ser humano que lo encerró, y abrazar y amar a todo ser humano y ser vivo que habita en el universo.
Y para terminar, la amistad y su expresión es una de las herramientas que contiene nuestra maravillosa caja de herramientas. Y no la única, hay más en tu caja, tantas como cerraduras.
Y la buena noticia, tu eres el único cerrajero disponible para tus cerraduras.

Feliz día cerrajero de tu vida.
 

DENTRO ESTÁS TU

Las relaciones alimentan el encuentro cuando el mismo se produce de corazón.

Desde la dualidad o la polarización las relaciones no dan paso al encuentro con todos. Cuando asumimos una identidad o ideología y nos rigidizamos en ella, es decir, la hacemos nuestra verdad suprema, nuestras relaciones sintonizan con unos y con otros no.

¿Qué podemos hacer para amarnos y relacionarnos de corazón?

¿Qué podemos hacer para ver que las ropas o identidades, sirven para protegernos de las inclemencias ambientales?

¿Qué podemos hacer para darnos cuenta que las ropas no somos nosotros?

Ya nos hemos dado cuenta que las identidades son nuestras ropas para convivir con el resto de seres humanos.

Muchas veces nos vestimos a la moda, otras en contra de la moda en función de la identidad a tomar, en función de la ropa con la cual me identifico o me quiero dar a conocer a los demás, o considero que me queda bien. Otras veces nos podemos vestir para agradar a los otros. Y nos vestimos para ser aceptados.

¿Qué difícil debió ser no vestirse de nazi siendo alemán en Alemania?

¿Qué difícil debe ser no dejarse llevar por algún polo de opinión?

¡Y qué fácil puede ser dejarse llevar por la corriente!

Pero algunas veces las corrientes pueden acabar en una gran cascada difícil de lidiar.

Si las relaciones son el alimento del alma, quizá tengamos que ir quitándonos capas y descubriéndonos.

¿Si los seres humanos disfrutan del encuentro, de la ayuda, de la colaboración, del respeto, y del amor? ¿para qué necesitamos ropa (identidad)?

Nosotros como creadores de identidades para jugar al encuentro y al desencuentro, tenemos y podemos dejar de jugar a este juego simplemente reconociendonos como lo que somos. Somos seres humanos experimentando para saber quién somos. 

En estos tiempos de estar perdidos por no ser conscientes de nuestra verdadera identidad, solo necesitamos amarnos y sentirnos. 

De vez en cuanto apaguemos el ruido exterior y escuchemos nuestro interior y lo que demanda nuestra verdadera identidad, nuestra esencia. 

Se amor.