EL SER HUMANO QUE UN DÍA EMPEZÓ A CONOCERSE


Esta es la historia de un ser humano que desde bien pequeño le enseñaron unos valores. Estos valores estaban alineados con la forma de pensar del clan y los clanes donde nació y se crio. Eran valores que aportaban un caminar en su vida. Durante su infancia los fue adquiriendo, en su adolescencia los fue viviendo y en ocasiones, cuando no se encontraba bien con ellos, los rechazaba rechazando el sistema social del clan y los clanes.
En su adultez los acogió como suyos y en otros momentos los rechazó. En esta etapa empezó a sentirlos y culpabilizar a los mismos (los valores) de sus problemas.
Un día se dio cuenta que no sabía sentir, que no sabía lo que era mejor para su vida, que llevaba todo su tiempo viviendo la vida desde la aceptación o el rechazo. Intuía que había llegado el momento de conocer y saber que era aquello que a él lo hacía estar bien o mal.
Pero volvía a caer en el desánimo de no saber sentir. 
Era un ser humano habilidoso y trabajador, es decir, reunía valores muy apreciados por la sociedad de siglo XX y XXI. Llenaba de tareas sus días para estar en paz con su mente y su ruido de fondo. Haciendo lo que pensaba que tenía que hacer para encontrar algo de paz o tranquilidad.
El día que no encontraba la energía para dar respuesta a todo lo que creía que tenía que hacer volvía a entrar en desánimo.
Y le fueron pasando los días y los años. En su malestar personal culpabilizo a todo el mundo y busco culpables en todos los lugares y situaciones. Se volvió una persona exigente, muy exigente, que le llevo a la intolerancia hacia aquel que fuese diferente a su forma de ver la vida.
Un día cayó enfermo y durante algo más de un año dejo de hacer aquellas cosas que lo alimentaban. Durante este año, sintió vacío, odio, rabia, despecho, tristeza. Pero fue durante este año cuando tuvo tiempo de saber que sentía y por qué. Durante este año empezó a escucharse, nunca antes había tenido tiempo y ni la más mínima consciencia de escucharse.  
Luego de pasar por esta experiencia intentó no hacer exactamente lo que antes hacía. Y no lo hacía por rebeldía, sino porque había aprendido a escucharse y ahora era más consciente de hacer aquello que le hacía sentir cómodo y bien. 
También dejó de hacer juicios de valor hacia los demás. Entendió un poco más de la vida, de su vida y confía en ella.
Hoy se siente muy agradecido a su pasado y a su presente e ilusionado por su descubrimiento personal. 
Solo desea vivir el presente con la suficiente consciencia de que hace y deshace lo que realmente demanda su alma.
Acepta y ama su vida. Acepta y ama la vida de los demás. ahora vive en un estado de necesidad saludable de alimentar su vida con aquello que siente.
Sabe que su mayor descubrimiento ha sido saber sentirse.

Felices descubrimientos de vida.
    

2 comentarios:

  1. No es fácil convivir con carencias, amarse y encontrarse a uno mismo es más sencillo y placentero con la comprensión de sus amistades.
    GRACIAS ETERNAS POR TU AMISTAD

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  2. Gracias a ti por tu comentario.
    En mi opinión, dependiendo del valor que demos a las carencias será más fácil o más difícil el día a día. Habrá que analizar ese valor y aclarar que es importante y que es esencial. Para mi el amor es esencial. Muchas gracias.

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Gracias por tu comentario