PREFIERO UN DÍA DE AMOR QUE MIL AÑOS DE MIEDO



Me ilusiona y prefiero vivir con amor a la vida, a las personas, a la tierra, a todo, que sobrevivir con miedo. Ahora que, por autoconocimiento he llegado al punto de saber cómo quiero vivir y en ello estoy, curiosamente llega una "nueva normalidad" que lleva la dirección opuesta a lo que deseo. 

Por supuesto que no voy a entrar en guerra con ella, pues me desgastaría y no dispongo de suficiente información para realizar con buen criterio un juicio correcto de discernimiento. Lo que si voy a continuar es viviendo como siento y no me dejaré llevar por esa información que apunta al miedo a enfermar y a la muerte. 

Considero esenciales los abrazos de corazón, la empatía, la solidaridad, el amor. El distanciamiento físico, el esconderse para no enfermar, el miedo, dinamitan lo esencial en mí.

La pandemia del miedo no va a quebrar mi forma de vivir. La pandemia del miedo nos hace creer que no tenemos la capacidad de superar (si llega el caso) una enfermedad o virus. Y yo siento que sí la tenemos, y siempre la tendremos. Nuestro organismo es una obra total de ingeniería que se autorregula ante cualquier tipo de enfermedad, o virus.

También tengo claro que la vida en cuerpo físico es finita y cada ser humano hace el transito cuando le toca. Ni antes ni después. ¿Para qué sufrir por algo que algún día tendremos que afrontar? ¿No será que siempre nos han dado miedo los cambios?

Y volviendo al tema de lo que me ilusiona,  en mi deseo, prefiero un día de amor que mil años de miedo. Por tanto, estaré muy atento a lo que siento dentro y fuera de mí. Valoraré la información que me llega desde el exterior para observar que efectos mentales y emocionales me producen. Los observaré todos y luego me quedaré con aquellos que produzcan en mi, aquello que me hace vivir.

Que tengas feliz caminar.



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