La autovaloración es una acción
necesaria para crecer, se puede dar en nosotros de forma positiva o negativa.
Los efectos de realizar una
autovaloración negativa no son buenos para el ser humano. No obstante, y siendo
conscientes o inconscientes de que una autovaloración negativa no es buena para
estar bien, muchísimas veces la realizamos.
¿Y por qué caemos es una
autovaloración negativa?
Seguro que cada uno de nosotros
podemos dar respuesta a esta pregunta.
¿Qué relación tiene la educación
recibida a través de la familia o la sociedad?
En nuestra educación escolar
siempre se corrige o resalta lo que se considera que se ha realizado mal, en
los exámenes se tacha y corrige normalmente en color rojo lo que se ha hecho
mal, pocas veces o ninguna se resalta lo que se ha hecho bien. Se suele ver el
vaso medio vacío en lugar de medio lleno. Así vamos sembrando un caldo de cultivo de
solo dar valor a lo que se hace mal o resaltar lo negativo.
En la familia, la tendencia es
igual, se tiende a recriminar o corregir aquello que consideramos como
incorrecto a los ojos de nuestras creencias. Pocas veces o ninguna equilibramos
resaltando también las cosas consideradas como positivas o buenas. Así que, puede ocurrir que un día uno de nuestros hijos nos diga, “solo me decís aquello
que no hago bien”.
¿Qué ocurre, que damos por hecho
que lo que se hace bien no hace falta decirlo?
A nivel sociedad, y centrando la
mirada en los medios de comunicación de cualquier tipo, también centran la
información en las cosas negativas que ocurren, dejando de lado la multitud de
cosas buenas que muchos seres humanos realizan a diario.
Por suerte, también van surgiendo
medios de comunicación que quieren cambiar esta perspectiva. Adjunto uno como
ejemplo.
Bajo este prisma de valorar en
dualidad todo y centrarnos principalmente en las cosas consideradas como
negativas, el ser humano tiende a tener una visión baja sobre él mismo y sobre
los demás.
Propongo entrar en rebeldía personal ante el
resalte solamente de lo negativo y dar valor a lo positivo. Aquí no se trata de
dejar de lado las cosas negativas, ellas también nos traen aprendizaje, pero,
por qué no incorporar lo positivo, y por qué no intentar dar mayor peso a lo
positivo sin cerrar los ojos a lo negativo para no perder nada de perspectiva.
Si nos dejamos llevar o alimentar
solo por lo considerado malo, qué ocurre en nuestras vidas, qué ocurre en las de nuestros
amigos, qué ocurre en las de nuestros familiares, qué ocurre en la sociedad y en el mundo. ¿No veremos
la vida polarizada solamente a lo malo?
¿Qué visión podemos tener de la
vida fijando la mirada solo en lo malo?
¿Qué visión podemos tener del
mundo?
¿Qué visión podemos tener del ser
humano?
Y finalmente, ¿qué visión podemos
tener de nosotros mismos?
Para no entrar en dualidad
cambiando de polo y marchar corriendo solamente a lo positivo dejando de ver
las cosas que tanto potencial de mejora tienen y que nosotros consideramos
malas o negativas.
¿Qué tal si empezamos a mirarnos al espejo y decirnos todos
los días lo maravillosos que somos?
¿Qué tal si empezamos a ver belleza en uno
mismo?
¿Qué tal empezar a crear un concepto de alto nivel de uno mismo?. Y de paso entrar en consciencia de cuando nos enviamos mensajes
negativos.
También podemos reducir o dejar de
quejarnos de lo mal que esta todo.
Probar a cambiar el discurso hacia uno
mismo y sentirse. Igual nos sorprendemos en que nos sentimos más felices y
contentos.
El paso siguiente es hacer lo
mismo hacia el mundo.
¿Por qué no probar?
Molt bo, Juanjo!!
ResponderEliminarGràcies
ResponderEliminarA tu Mila!
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