¿PUEDO CAMBIAR DE CREENCIAS?


Definición de creencia: Idea o pensamiento que se asume como verdadero.

Las creencias nos hacen pensar o creer sobre un acontecimiento o hecho que es la verdad, y en la mayoría de veces no nos paramos a cuestionar el por qué, de esa verdad. Quizá sea porque se ha hecho siempre así, quizá sea porque es una tradición, quizá sea porque esa creencia ahora nos beneficia, quizá sea porque todas las personas con las que convivo piensan así, quizá sea porque la sociedad lo ve así.

En algunos pueblos de África está la creencia de que la ablación a las mujeres es buena y necesaria, está en su cultura hacer esta mutilación.

Aquí en España, hasta hace bien poco la fiesta de los toros era considerada por toda la sociedad cómo patrimonio del pueblo, hoy en día cada vez más personas ven que hay un ser vivo que sufre y ya hay voces que discrepan.

Otra creencia reciente era que la letra con sangre entra, y hoy en día hemos descubierto la inteligencia emocional y hemos entrado en consciencia de que las personas aprendemos aquellos que nos emociona antes que aquello que nos imponen.

Por tanto, las creencias son necesarias, pero siempre hay que estar atento y no aferrarse a ellas, porque lo que puede servir en un determinado momento histórico, no tiene porque servir siempre.

La pregunta es, ¿de dónde vienen las creencias?

En respuesta a esta pregunta, las creencias llegan a nosotros primer lugar a través del clan familiar, (la familia tiene sus creencias que impregna a cada miembro), posteriormente del clan social, del clan religioso, etc…

Por hacer una metáfora, las creencias son como la ropa que nos pone nuestra madre o padre cuando somos pequeños, la llevamos sin rechistar. En la adolescencia empezamos a elegir nuestra ropa, las creencias son más difíciles de cambiar, no están a la vista como la ropa.
Las creencias las empezamos a ver, cuando empezamos a trabajarnos y conocernos. Las creencias no son fáciles de ver y menos de cuestionar.

Son las creencias las que nos anclan en nuestras posiciones frente la vida, en nuestra forma de pensar, sentir, ver y relacionarnos.

Y lo más curioso de todo es que las creencias obedecen a un momento histórico, familiar, social en lugar geográfico determinado. Con cambiar de país es suficiente para ver un cambio de creencias en la sociedad.

Las creencias son los pilares en las que nos apoyamos para vivir, desde donde vivimos nuestra vida, desde donde nos relacionamos, desde donde hacemos nuestros juicios, desde donde nos amamos y desde donde nos enfrentamos. Por tanto, es de vital importancia estar observante de cómo uno es, de cómo uno se expresa, de cómo uno siente, pues las creencias marcan la forma de ser, de vivir y de sentir.

¿Podemos cambiar las creencias que no nos ayudan a estar bien cómo hacemos con la ropa cuando ya no nos gusta o sirve?

La respuesta es “SI”.

Pero para ello necesitamos conocernos por dentro y sentirnos. Hacer rebeldía sabia ante dogmas y cuestionar pensando que, seguro que hay otra forma de hacer las cosas, y no dejarse llevar por la inercia familiar, social, o religiosa, sino por el sentir personal siendo consciente de que llevo dentro de mí todo un programa de creencias desde donde pienso.

La rebeldía sana, es convertirse cada uno de nosotros en nuestros propios “ingenieros de creencias”. ¿Quién sino conoce mejor que nadie nuestro ser? Y cómo buenos ingenieros seguro que con el paso del tiempo haremos mejoras o cambiamos las creencias a otras mejores.

Nos toca convertirnos en ingenieros de creencias para hacernos dueños de nuestra vida y buscar el norte de la felicidad personal.

3 comentarios:

  1. Qué bueno maestro Juanjo.

    La figura del ingeniero de creencias es el maestro de lo que hay, combina, trabaja y moldea las creencias subsistentes dándole un sentido profundo y a la vez creando algo nuevo, quizás ahí está el futuro de del individuo empoderado como ingeniero creador, de tal forma que las creencias no emanen de lo anterior sino que con su actitud pionera pueda configurar un sistema con mayor perspectiva, que a su vez configuren un espectro de nuevas creencias para dar una dirección al pensamiento con una mente más abierta y con mayor profundidad que antes de realizar su labor.

    Cuando el ser humano sea consciente de que es creador de su mundo, ya sea de forma inconsciente o consciente, podrá entonces comprender que aquello que le ataba o las creencias limitantes que aparecían como un programa básico de actuación, son simplemente parámetros para poder jugar, y por cierto no son fijos...

    Gracias por todo lo que escribes. Un abrazo amigo.

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