EDUCACIÓN EN EL CONSUMISMO




La educación focalizada en el consumismo enfoca la mirada en lo que nos falta con el objetivo de seguir consumiendo. 

De esta forma, o con estas creencias siempre tendremos el sentir de que nos falta algo, y hasta podemos sentirnos vacíos. 

De la misma forma que en la educación reglada, al alumno se le resalta lo que le falta sin tener en cuenta si esos conocimientos los quiere, o los va a necesitar en el desarrollo de su vida. En el consumismo, con el objetivo único de consumir, puedes llegar a creer que necesitas algo para ser feliz. Por eso tenemos una sociedad basada en el consumo. 

Centrando la mirada en la educación, al resaltar lo que falta, sin pretenderlo puede producirse en el ser humano el sentirse por debajo de los conocimientos. 

¿Por qué en lugar de resaltar lo que falta, no dar visibilidad a lo que ya tienes o haces bien? 

¿Por qué pensar que todos los seres humanos tenemos las mismas necesidades en la educación? 

Para ir educando hacia lo que se le da bien a casa ser humano, habrá que ir cambiando el punto de vista y dirigirnos hacia ese horizonte. Además, de no rigidizarnos a los currículos que son como un corsé de talla única para todos. 

Por tanto y sin tener consciencia de ello tenemos una educación apoyada hacia el consumismo, haciéndonos creer que nos falta algo, un conocimiento, un idioma, un coche, una moto, una carrera, una pareja, etc… 

Con estas premisas, nos olvidamos que tener conocimientos o bienes, pueden ser herramientas importantes para vivir o quizá sobrevivir, olvidándonos de que la felicidad no se encuentra adquiriendo cosas o conocimientos. La felicidad está en sentirse como ser único e irrepetible. La felicidad está en encontrar lo que se te da bien y realizarlo, la felicidad es el disfrute del camino por tener claro cuál es el norte al cual dirigir tu vida. 

La felicidad se esconde detrás del autoconocimiento, y tener una perspectiva mayor del ser humano y de nuestro potencial. 

Una buena herramienta es creer en un mismo por encima de cualquier otra creencia que nos haya llegado a través de cualquier clan. 

Para ello, sentir que nosotros somos más que cualquier sistema de creencias, es fundamental para valorizarse y no sentirse por debajo de nada ni de nadie. En definitiva, no sentir que nos falta algo y buscar ese algo para consumirlo. 

La búsqueda de ese don personal que cada ser humano tiene y que lo hace único es fundamental para realizar un consumo sin estado de necesidad o la creencia de que nos falta algo. 

Empoderar nuestra vida a través del autoconocimiento, hará que podamos decidir con que nutrimos nuestra mente, nuestro corazón, nuestro cuerpo físico de forma consciente, libres de poder ser manipulados de forma consciente o inconsciente por las creencias de otros. 

Si se lo que necesito, no tendré la necesidad de adquirir lo que otros consideran que yo necesito. 

Una educación que se centre más en resaltar lo que un ser humano hace bien y no en resaltar lo que hace mal, es un salto de calidad en nuestra vida y un puente que nos hace pasar del viejo paradigma basado en el sentido del deber y tener e ir aún nuevo paradigma sustentado en el sentido de la felicidad y del ser.
Gracias Mario por ser mi inspiración en este artículo.

Mientras cambiamos de paradigma disfrutemos del camino.

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