HABITAR TUS PROPIAS CREENCIAS



Las creencias de siempre son como las hierbas que tenemos en nuestro campito o jardín, además con semillas para muchos años, a la que descuidas el campo ya están fuera. Así pasa con las creencias de siempre, a la que dejas de estar presente, te habitan. Cuyo único propósito es hacerte ver si estas pendiente o no de ti. 

Cuando pretendes habitar creencias que se ajusten más a tu sentir, con todo el amor y deseo del mundo, intentas eliminar creencias que ya no te sirven, como hacemos con las hierbas que no deseamos tener en nuestro campo, una vez eliminadas, sembramos otras creencias u otras plantas que sean afines a lo que nosotros deseamos vivir u obtener. 

Con esta acción de eliminación y siembra hacemos un buen trabajo de crecimiento personal, pero como uno nunca puede dejar de crecer, no puede abandonarse u olvidarse de su campo, y es que las creencias al igual que las hierbas tienes raíces y dejaron semillas, por lo que hay que estar revisando de forma habitual cómo pensamos, cómo vivimos, cómo nos relacionamos, cómo amamos, etc… Al igual que estar revisando cómo crecen las nuevas plantas y vigilando las hierbas de siempre que nos van a dificultar el crecimiento de las nuevas plantas o creencias. 

Cuanto más presente estés en tu campo y más tiempo le dediques, mejor crecerá lo nuevo sembrado y que es de tu voluntad. Igual pasa con el ser humano, cuanto más presente estés y más cuides lo nuevo que deseas crear para tu propio crecimiento, mejor y más feliz podrás estar. Serás el dueño del campo, serás el dueño de ti, el campo no dominará lo nuevo sembrado y tus creencias de siempre no te dominaran a ti. 

El camino del crecimiento personal, es un camino de estar presente en tu vida, es un camino de llevar las riendas y decidir cómo ser empoderado, que deseas que ocurra en tu vida. No vale dejarse llevar por la sociedad, por la familia, por las ideologías, por las religiones, por cualquier forma de pensar que no nazca de ti. 

El camino de crecimiento personal, requiere de jugar, de experimentar, de desear, de sentir, de ilusionarse, es tu camino. Y si quieres ser el dueño y el creador de tu vida es importante que lo empieces a recorrer, si recorres los caminos de otros crecerán plantas en tu camino y luego te será difícil caminar por él. 

Dar valor a tu vida, es reconocerse, valorarse, sentir que tienes un papel, un don, eres un ser único, que tienes una misión (amarte y ser feliz), que venimos a aprender a amarnos y amar a los demás. 

Dar valor al campo, es reconocerlo, valorarlo, cuidarlo, embellecerlo, sembrar lo que desees y eliminar aquello que te dificultará la salida de los frutos. 

Cuanto más presente estemos en el campo o en uno mismo, mejor estaremos y menos esfuerzo nos costará obtener lo que deseemos.




1 comentario:

  1. Mi querido jardinero de creencias, gracias por tus textos que tanto nos nutren.
    Échale un vistazo a la permacultura de creencias, quizá sea interesante para tu jardín, puesto que se basa en una utilización de lo que llamamos malas yerbas que en vez de arrancarlas como la creencia, tienen su lugar y función, siendo de abono o estando en perfecto equilibrio con las nuevas creencias.
    De esta forma nos daremos cuenta de que no tenemos que estar en constante tensión por arrancar las viejas yerbas sino saber que le podemos dar un lugar adecuado y así puedan nacer los nuevos frutos, conviviendo la belleza de las creencias sin fruto aparente, con aquellas más vistosas, ambas formando parte de un jardín maravilloso de frutos, flores y cardos.
    Gracias maestro.

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