¿SE PUEDE AMAR A CUALQUIER SER HUMANO?

¿Se puede amar a cualquier ser humano incluido a uno mismo? 


A veces parece difícil amar a un ser humano que está aparentemente poniendo palos en la rueda delantera nuestra bicicleta y haciéndonos tomar tierra de forma abrupta. 

A veces parece imposible amar a ese ser humano, que parece disfrutar haciendo las cosas difíciles con la intención de que sean más difíciles de lo que realmente son. 

Pero lo bonito de todo esto, es darse cuenta que esas personas son necesarias para nuestro crecimiento personal, porque esas personas nos están hablando de nosotros. Al igual que un dolor físico o una enfermedad nos habla de cómo nos hemos tratado en el pasado y de lo duros o exigentes que hemos sido con nosotros mismos, el dolor que nos causan determinadas personas nos habla de aspectos que nosotros tenemos que mirar. 

Voy a poner ejemplos: 

Si me causa molestia que una persona sea según mi percepción vaga con respecto al trabajo, habrá que preguntarse o mirarse que sistema de valores o creencias tengo en mi ser con respecto al trabajo. 

Si tengo un compañero de trabajo que considero que no me valora, en lugar de caer en el victimismo o el juicio de que no me valora, mejor analizar cómo me valoro yo. En este caso, si yo no soy capaz de darme el valor que merezco por el simple hecho de ser quien soy, las personas que aparecen en mi vida tampoco me lo darán. 

Ante estos ejemplos, a la pregunta de inicio, la respuesta es que “sí” se puede amar a cualquier persona, aunque parezca que no, cada persona que aparece en nuestra vida nos habla de nosotros mismo y está ahí para enseñarnos a amarnos. 

En el momento en que sentimos amor por cada célula de nuestro cuerpo, “nos amamos”. 

¿Por qué no imaginar que cada ser humano es una célula que forma parte de nosotros? 

Está pregunta podría dar paso a considerar que todos somos hermanos, y que todos al igual que todas nuestras células tienen alguna función en nuestro cuerpo. Si queremos a todas nuestras células sin juicio alguno, que es un acto de amor a uno mismo, ¿por qué no querer a todos los seres humanos? 

¿Las células, no nos hablan de cómo está nuestro cuerpo físico? 

¿Los seres humanos con los que convivimos, no nos hablan de cómo estamos nosotros? 

¿A qué esperamos a mimar a células o seres humanos independientemente del efecto que estén produciendo en nosotros? 

Dar amor a las células de nuestro cuerpo las sana, y nos sana, dar amor a cualquier ser humano sana las relaciones personales, produce encuentros de corazón. 

Amar a cualquier ser humano dejando atrás juicios destructivos, es reconocer al ser humano que es y no el personaje que interpreta. Ese personaje está ahí para mover en nosotros emociones, está ahí para hacernos crecer. 

Si se puede amar a cualquier ser humano independientemente del papel o personaje que desempeñando en nosotros.

No hay personajes buenos ni malos, simplemente son personajes que nos hacen sentir emociones. Al igual que una obra de teatro donde los actores interpretan papeles para los asistentes. Todos son actores, no hay actores buenos ni malos, solo interpretan papeles para nosotros.

2 comentarios:

Gracias por tu comentario