ILUSIÓN Y LA AUTOILUSIÓN

La ilusión delegada en algo exterior y no nacida desde uno mismo puede ser efímera y pasajera.

La ilusión nacida desde el interior de uno mismo puede ser más duradera y constante. A esta la llamo "autoilusión"

A la ilusión hay que observarla para saber desde donde nos mueve.

A la ilusión también hay que hacerle juicio de discernimiento para saber de uno mismo.

Me planteo por tanto, diferenciar la ilusión y la autoilusión. La primera quizá es la que te impulsa y ha llegado a tí a través de la sociedad, la familía, la pareja, el trabajo, etc... Y la autoilusión como aquella que generas desde el sentir personal, aquella que da sentido a la vida de cada cual. 

Quizá la autoilusión sea la más dificil de tener presente, pues para ello se necesita el autoconocimiento. Y el autoconocimiento demanda dedicar tiempo a uno mismo. 

Quizá la sociedad actual no es la más favorable para el autoconocimento, pero esto, en el primer mundo no acaba de ser cierto. Solo necesitamos regular nuestro tiempo personal y decidir donde enfocar. En el pasado no había los medios, ni las posibilidades que tenemos ahora para dedicar tiempo a conocernos.

El vacío nace de falta de ilusión y autoilusión, las dos activas y presentes pueden ayudar a tapar el posible agujero existencial. 

Con la autoilusión seremos los protagonistas totales y dueños de nuestra vida. Con la ilusión como yo la definio estaremos más expuestos a los cambios que hagan otros.

Activar nuestra autoilusión podría estar en los curriculums personales y educativos de las sociedades que deseen mejor calidad de vida en las personas.

Miestras tanto, tu y yo podemos ir desempolvando nuestra autoilusión. Es bastante simple. Se necesita parar y autoescucharse hasta que consegir oir la propia voz interior. Aquello que intuyes que te gusta, aquello que te apetece hacer, aquello que sientes que quieres hacer pero no sabes porque no lo haces. 

Yo voy a ver que me digo desde algún lugar de mi ser....

Feliz autoilusión, feliz vida.