EVA Y LA IMAGEN DE NIÑA BUENA



Desde pequeñita Eva recibió una educación por parte de sus padres y familiares de como tenía que ser y comportarse, hacían hincapié en que fuese buena niña, que se portara bien, que no contestase o replicase a los mayores. Sus padres la amaban y le enseñaban los valores del momento social y en concreto de su clan familiar. 



Los padres de Eva eran personas muy trabajadoras que tenían muy buena imagen en el pueblo donde vivían. Ellos daban mucho valor a lo que pensaban sus vecinos y no se permitían nada que pudiera perjudicar su imagen. 

Eva fue creciendo y siempre que actuaba según los valores, la familia no le decía nada, aunque en su interior sus padres estaban contentos, ellos no lo expresaban, cuando hacía algo fuera de esos parámetros era castigada o reñida. Llegada su adolescencia, la pasó de puntillas siendo y actuando según la familia deseaba. Eva sentía momentos de duda cuando veía a otras amigas o amigos actuar de otra manera y no sentir ningún miedo a las consecuencias. Ella sí tenía miedo, en concreto de la reprimenda de su padre ante algún hecho que se saliese de lo clasificado por ellos de normal. 

Llegado el momento encontró pareja y se casó, al cabo de un tiempo tubo un bebe que fue educando según sentía y a veces según le habían educado a ella. 

A la edad de 35 años Eva entro en crisis, se encontraba mal y no sabía el motivo. Empezó a buscar ayuda a través de distintos terapeutas, pero seguía encontrándose mal. 

Un día se encontró con una persona que la hizo mirar hacia sus valores, que le preguntaba cuáles eran los valores que animaban a ser lo que era. Eva se apuntó a examinarse, después de varias crisis y muchas dudas vio un poco de luz en la forma de ser. Sentía que siempre tenía que ser esa niña buena, la diferencia es que ahora, de adulta, ningún familiar la castigaba. Era su propio subconsciente (mente) quien la castigaba si no hacía o sentía que no estaba a la altura de esa buena niña. 

Al ser consciente de su problema empezó un trabajo de desprogramación personal que la llevaría por un camino de varios años de trabajo consciente. Cada vez que sentía malestar se paraba a auto examinar cómo valoraba y por qué valoraba los hechos. 

Eva sigue su camino, gozando ahora de mayor nivel de consciencia de los motivos que animan su ser, Eva entra en rebeldía sabia cuando una emoción intentar boicotear su estado emocional. 

Eva, hoy es día, es una mujer adulta que agradece haberse conocido por dentro, que crea sus propios pensamientos, que vive las emociones con consciencia y sabiduría y que decide la duración de las mismas pues conoce los valores/creencias que los alimenta. 

Eva se siente libre, se ríe del auto-juicio personal que a veces se hace y se permite disfrutar de la vida con la ligereza que nunca se había permitido. 

Eva vibra ante el descubrimiento personal de haber encontrado en su interior un juez duro que la limitaba en la vida. 

Eva está celebrando consigo misma y con sus amigos el despido procedente del JUEZ IMAGEN DE NIÑA BUENA.






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