LA EXPERIENCIA DE JULIA



Julia es una mujer de 29 años que intenta conducir su vida hacia el mundo laboral, lleva toda su vida preparándose para conseguir un trabajo digno que le permita insertarse en la sociedad. 


Está desencantada con las relaciones personales, hasta la fecha de hoy no ha disfrutado de las mismas y al oír la palabra “amor” se le ponen los pelos de punta como gato enfadado.


Hace mofa al escuchar a cualquiera de que nos tenemos que amar, su experiencia personal aún no le ha permitido experimentar ese sendero.


De niña no sintió la calidez del amor, sus padres estaban demasiado ocupados en trabajar, llevar la casa y la familia. Ella fue deambulando entre los estudios, y las series televisivas. 


En la adolescencia sus relaciones sociales no fluían y eso hizo que las dejase de lado, centrándose en sus estudios y en su mundo.


Los valores sociales que veía en su adolescencia no los sentía como suyos y eso producía en ella rebeldía y aislamiento al mismo tiempo. No compartía la forma de vivir los sábados noche de su generación, no sentía el estilo de vida del momento. Al final, se sentía como un bicho raro en el mundo, lo que le producía innumerables quebraderos de cabeza.


Esta experiencia personal ha hecho de Julia una persona que tiende al aislamiento y a la desconfianza. Julia se defiende como gato panza arriba cuando se siente amenazada o cuando alguien no la trata como ella considera.


Hoy Julia acaba de caer en consciencia de lo que siente y por qué lo siente, hoy se ha dado cuenta que el modelo social dista mucho del que su ser le pide, hoy empieza a entender el por qué se ha sentido así antes. Sin rebozarse en el juicio de valor que intenta matar las vivencias pasadas y auto victimizarse, Julia comprende y valora desde el discernimiento como ha vivido y como se ha sentido. 


Ella siente que es un ser indomable y que la sociedad no le aporta lo que ella necesita para vivir feliz. Eso sí, se lo va a dar ella.


Su cara ha cambiado, su estado físico también, siente que tiene toda la vida por delante para darse lo que necesita, y siente que no tiene que hacer todo lo que la sociedad demanda.


Se ha quitado un lastre de encima al descubrir como es, gracias a las experiencias vividas en el pasado y ahora con ilusiones renovadas, afronta su vida con esperanza e ilusión.


Se ve y se siente dueña de su vida. Es la capitana personal de su ser.


Ahora da las gracias a todo lo vivido, lo embellece y se está enamorando de la vida.


Si te encuentras con alguna Julia la reconocerás por el brillo de sus ojos.


Buen viaje de vida.


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