ALEGRÍA DE VIVIR



Estar alegre con o sin motivo es una herramienta que entorna la vida hacia la felicidad. 

No hay que buscar un motivo para estar alegre, estar alegre ha de formar parte de nosotros. Según la física cuántica el observador modifica lo observado, si estamos alegres lo que observemos entrará en esa misma resonancia. 

Si estamos alegres al mirarnos al espejo nos pondremos aún más al ver la belleza de nuestro ser sonriente. 

Para llegar a este estado natural hemos de transcender nuestros dramas personales y dar valor, mucho valor, a nuestro ser. Ha de estar nuestro bienestar por encima de cualquier circunstancia que no fluya en esa dirección. 

Hemos de descubrir donde perdemos la alegría, que pensamientos, que creencias, que acciones, que tipo de relaciones, que enfermedades, nos hacen cambiar nuestro sentir y reflejar tristeza en nuestro ser y en nuestro rostro físico. 

En este periodo de tiempo en el que estamos viviendo, disfrutamos de libertades como nunca, de alimentos como nunca, de tecnología como nunca, de comunicaciones como nunca, de amor como nunca, etc… Tenemos la oportunidad de no distraernos en dramas como los vividos hace 80 o 90 años en guerras, hambrunas, supervivencia y aprovechar la oportunidad para observar cómo nos sentimos y cómo nos tratamos. Realizar autoconocimiento para buscar nuestro santo grial “la felicidad personal”, y la alegría nos puede ayudar. 

Embellecer nuestro pasado entra dentro de las necesidades para caminar hacia la alegría. Embellecer el pasado es la acción de mirar con amor lo vivido en el pasado, que por inercia siembre se valora como negativo o malas experiencias, todas las experiencias del pasado fueron vividas acordes al nivel de consciencia que teníamos en ese momento, por tanto, fueron así porque no supimos hacerlas de otra forma y además gracias a esas experiencias, ahora podemos hacerlas de otra forma. Por tanto, toca embellecer aquello que nos reprocharnos del pasado y dar gracias a esas experiencias que nos han hecho crecer. 

Dejar de valorar las experiencias como buenas y malas también nos puede ayudar, todo son experiencias para aprender y todas nos aportan lo que necesitamos para nuestro crecimiento. 

La alegría ha de ser un pilar consciente que cuidar, ya que es un puntal de apoyo a nuestra felicidad. Estar presente en uno mismo, observar las emociones, los sentimientos, y ver que producen en nuestro ser. Una forma fácil de observar es mirarse al espejo y ver nuestro rostro. 

Abrir consciencia sobre uno mismo, conocerse, valorarse, embellecer, enamorarse de uno mismo, flexibilizarse, transcender juicios, vivir la vida como un juego, amorhumorarse y alimentar el ser con ALEGRÍA. Vitaminas para vivir desde la felicidad. Estas vitaminas no necesitan recetas, ni las tienes que comprar, solamente hace falta tomar consciencia y aplicárselas. Tampoco necesitan de estudios, carreras, masters, doctorados, etc… Sentir alegría está al alcance de cada ser humano y al alcance de nuestra voluntad.

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